El Forjista
Arturo Jauretche decía que “cuando los economistas hablan muy difícil y nadie los entiende, no es que uno sea burro sino que seguro le quieren meter el perro”, en verdad esos economistas lo que están tratando de consumar es el engaño para que el interlocutor no llegue a detectar cuáles son los intereses que está defendiendo con sus complicadas teorías.
De igual forma podríamos decir que si un político esconde o no deja claro cuales son los intereses que defiende es porque está asumiendo la defensa de los opresores, la política también debería ser muy sencilla, se está del lado de los opresores o de los oprimidos, rara vez se presenta ante nosotros una “ancha avenida del medio” porque cuando uno se declara neutral en esta pelea, es porque está tomando partido por los poderosos.
El activista estadounidense defensor de los derechos de los afroamericanos, Malcolm X, tenía absolutamente clara esta cuestión y el papel que juega la gran prensa en las últimas décadas, cuando señaló: “Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido”.
Unidad sin resignar los principios
Algunos compañeros honda y sinceramente preocupados por la destrucción que está provocando el macrismo en la sociedad argentina, han salido a plantear la necesidad de la unidad de todos los sectores que componen el campo nacional y popular.
En líneas generales este planteo es correcto e imprescindible, el general Perón fue reiterativo sobre la necesidad de conformar un amplio Movimiento Nacional que integrara a los más diversos sectores sociales y políticos para enfrentar a una oligarquía y sus socios externos que han sido quienes han detentado el poder por largos períodos y para lo cual han recurrido reiteradamente a los métodos más sangrientos y antidemocráticos.
Pero también Perón señaló y enfrentó en varias oportunidades a sectores que enquistados dentro del Movimiento respondían a quienes son sus enemigos, como por ejemplo ocurrió con el denominado neoperonismo, el vandorismo o cuando debió cambiar a su delegado personal colocando a Héctor Campora en reemplazo de Jorge Daniel Paladino, para citar sólo algunos casos.
Lo que el pueblo argentino necesita en la actualidad para concluir con esta pesadilla es reunir en un gran Frente Patriótico a todos aquellos que están dispuestos a enfrentar al macrismo y no aquellos que aún en la actualidad siguen apoyando leyes que son lesivas a los intereses populares.
La aprobación en diputados del presupuesto de hambre y miseria del FMI muestra que no es posible concretar la unidad con aquellos que persisten en brindar colaboración a este gobierno de CEOS que sólo beneficia sus propios negocios a costa de la soberanía nacional y el futuro de varias generaciones.
El macrismo por sí sólo no podría haber realizado todo este daño irreparable si no hubiese sido por aquellos colaboracionistas que a cambio de migajas están permitiendo el avance de un gobierno que está llevando desesperanza a millones de los hogares argentinos.
Un Frente para gobernar
No sólo se debe pensar en un frente para ganar una elección sino también en una unidad que tengan un proyecto de país que comience a reparar todos los desastres que está provocando este gobierno.
Esto no es posible realizarlo con Pichettos y Urtubeys que hasta el día de hoy siguen como fieles representantes del oficialismo y que cotidianamente realizan declaraciones y acciones para ser aceptados por la oligarquía como dóciles continuadores del proyecto neoliberal, aún cuando las últimas elecciones legislativas han demostrado fehacientemente que los votantes proclives a los programas de derecha prefieren al original y no un burda copia, menos cuando dichos referentes proceden del peronismo, movimiento que siempre mereció la desconfianza de los sectores retrógrados.
Urtubey se ha dedicado a armar un álbum de fotos con los más diversos representantes del oficialismo accionar que parece contradictorio con intentar conformar un Frente que nos libre de Cambiemos y sus nefastas consecuencias.
También habría que recordar el compromiso del gobernador salteño con los pobres a quienes les arrojó comestibles desde un helicóptero en una actitud que muestra su desprecio hacia los desposeídos.
Y no habría que olvidarse de su apoyo a la ley que significó el saqueo de las jubilaciones que también tuvo a Pichetto como un actor principal colaborando con la fórmula que llevó a que este año los jubilados pierdan el 20%, cuando hace apenas unos meses este senador anunciaba de manera descarada que en el 2018 los jubilados iban a mejorar sus ingresos gracias a su fórmula. Hoy podemos decir que el índice aportado por Pichetto es peor que el que proponía Cambiemos que también tenía la finalidad de empeorar la situación de este sector.
No podemos hacer una alianza con quién es manifiestamente xenófobo y que reclama la expulsión de extranjeros adoptando el libreto represivo de la Policía y Patricia Bullrich quienes salieron a cazar a militantes que protestaban contra el presupuesto del FMI y que también apresó a quienes ni siquiera participaron de la manifestación como es el caso de los extranjeros detenidos.
Repetir el guion de represión y persecución que Cambiemos intenta imponer es toda una definición de quién hoy es el principal operador de Cambiemos en el Senado, y con el cual algunos compañeros pretenden realizar una unidad que más bien pinta para contubernio.
No se puede hacer ninguna unidad con quienes son personeros de los opresores, tal vez podamos olvidar agachadas anteriores pero estas últimas no deberían pasar al olvido, por el contrario, habría que tenerlas muy presente a la hora de conformar un Frente Patriótico.