El Forjista

Se fue un luchador

27 de Octubre de 2010

Este es un país que necesita luchadores que puedan superar los miedos y las imposiciones de la dictadura militar primero y de la década infame menemista luego.
Con el fallecimiento de Néstor Kirchner la Argentina perdió a un luchador, el primer presidente, desde Perón, que se animó a enfrentar al poder oligárquico que saquea a la Nación desde sus inicios.
Esa decisión política fue la que lo llevó a recibir ataques y calumnias desde diversos sectores que indisimuladamente responden a los intereses de grupos concentrados que hicieron grandes negocios en los años oscuros de nuestra historia reciente a costa del bienestar de las mayorías.
Su determinación fue la que posibilitó el fin de la impunidad para los delitos aberrantes cometidos por la dictadura, con una política de Derechos Humanos ejemplar, demostrando un coraje y una resolución que muy pocos gobiernos, aquí y en el mundo, estuvieron dispuestos a asumir.
También fue el que puso punto final a las políticas vergonzosas de sometimiento y saqueo del Fondo Monetario Internacional, dando inicio a una línea económica soberana sin intervenciones ni condicionamientos foráneos.
Precisamente en el plano económico su gestión nos rescató de la crisis más grave que atravesó el país, un caos producido por la aplicación sistemática de la recetas del FMI y que nos condujo al borde de la disolución.
Su ausencia no sólo se sentirá en Argentina también repercutirá en toda América del Sur, en tanto secretario general de la UNASUR y como uno de los políticos que más bregó por la unidad de los países latinoamericanos, su intervención en el conflicto entre Colombia y Venezuela llevó paz a dos pueblos hermanos.
Su muerte nos conmueve y no creemos que sea el momento de realizar un balance de su trayectoria pero si quisimos recordar estas pocas actitudes y decisiones que lo muestran como un político apasionado que amó profundamente a su país y que optó sin especulaciones por abrazar la causa de los más humildes.
Lamentamos profundamente su muerte, los argentinos tendremos la responsabilidad de continuar su lucha.

Volver a la Página Principal