El Forjista

El papelón de Moyano y Micheli

Sólo el diario Clarín vio una marcha masiva el 19 de diciembre de 2012 en la Plaza de Mayo, el resto de los diarios, incluídos el opositor La Nación, resaltaron la escasa adhesión que provocó la convocatoria de Moyano y Micheli.

Desde días anteriores se sospechaba que eso podía ocurrir, la negativa a participar del acto de la Asociación Bancaria, que forma parte de la CGT moyanista, y la decisión de un plenario de delegados de ATE Capital (enrolado en la CTA Micheli) en igual sentido, mostraban el escaso entusiasmo que esta convocatoria producía en las propias filas.Incluso las caras serias de Moyano y Micheli en la conferencia de prensa previa al acto indicaban preocupación entre los convocantes.

Llama la atención que uno de los organizadores, Luis Barrionuevo, ni siquiera pueda aparecer en los actos que él mismo convoca. Recordemos que el aporte de su gremio al paro del 20 de noviembre fue enviar a algunos matones a destrozar bares.

En tanto la columna de UATRE del Momo Venegas apenas contó con gente suficiente para sostener alguna pancarta. Cabe preguntarse también donde están las huestes chacareras de Eduardo Buzzi que brillaron por su ausencia.

La Unión Cívica Radical concurrió con su dirigente Ricardo Alfonsín, el mismo que hace poco tiempo hacía alianzas con De Narváez, y se sumó una raquítica columna de la Juventud Radical que el diario Ambito Financiero fotografió para vergüenza del partido centenario.

Precisamente el acto que se realizó en una fecha en que la UCR debería pedir disculpas por la salvaje represión del 2001 más que exigir a una administración que ha actuado en un sentido opuesto al gobierno delarruista.

Debe reconocerse que gran parte del aporte militante estuvo dado por la izquierda gorila, siempre más gorila que izquierda, que olvidándose de su continua crítica a la burocracia sindical ahora parece dispuesta a marchar del brazo de gente como Barrionuevo y Venegas.

PO, MST, CCC son algunas de las siglas que aportaron gente a la marcha de la ex burocracia sindical, y que debieron escuchar estoicamente la marcha peronista al finalizar el acto, música que les provoca especial espanto a esos simpatizantes eternos de revoluciones lejanas en el tiempo y en el espacio, pero que nunca se percatan de las transformaciones cuando ocurren en su país.

Esta ensalada ideológica a la cual sólo la mantiene unida su desprecio por el gobierno popular y democrático que se encuentra en la Casa Rosada por el apoyo del 54 % de los argentinos, no parece tener demasiado futuro.

Eso si esperamos que como han fracasado no recurran ahora a métodos violentos, tratando que regresarnos a épocas nefastas. Los argentinos debemos mantenernos atentos para repudiarlos y movilizarnos ante esos mecanismos de desestabilización.