El Forjista

La persecución a Cristina

No resulta novedoso la decadencia en que se encuentra el Poder Judicial liderado por un presidente de la Corte Suprema que llegó al cargo para continuar con los negocios que había comenzado en su Rafaela natal, que está salpicado por sospechosas licitaciones en el manejo del presupuesto judicial, por la implementación de sistema informativo tan costoso como inservible y que recientemente ha sido denunciado por una jueza a la que quiere despedir para evitar ser investigado.

El jefe tiene a su vez fieles subordinados como Bonadío, Lijo y Ercolini, conformando un plantel que se ha puesto al servicio de las corporaciones, sacando fallos vergonzosos como el de Ercolini en Papel Prensa en beneficio de Clarín y La Nación o cada una de las antijurídicas resoluciones de Bonadío en el intento de los sectores oligárquicos de proscribir a la expresidenta.

Pero la mayoría de los argentinos desconfiamos del Poder Judicial y sabemos del estado de corrupción al que ha llegado, subordinándose a las corporaciones y al gobierno macrista, éste último también obediente de las órdenes de los grupos concentrados.

Mientras millones de argentinos vemos con preocupación que se persiga al único político capaz de enfrentar a la lacra oligárquica, no estamos avizorando una reacción adecuada de la dirigencia.

No se ha concretado el llamado al denominado Frente Ciudadano al que convocó la ex presidenta, parecería que los dirigentes están esperando que surja por generación espontánea.

Tampoco se ha producido el reagrupamiento de todos los sectores, peronistas y no peronistas, que consideran a Cristina Kirchner la única esperanza para despertar de la pesadilla neoliberal, esta tarea no puede ser una actividad exclusiva de dirigentes, todos debemos participar a través de la movilización que exprese claramente el apoyo masivo a la ex presidenta.

También es imprescindible que se defina sin más demora su candidatura a senadora, la única estadista que tiene el país, considerando mujeres y varones, no puede ser qué en vez de estar diseñando la política para salvar al país de este desastre, esté perdiendo su tiempo en tribunales, por disposiciones de jueces que le quieren brindar una tapa a Clarín, para tapar la realidad desastrosa que padecen los argentinos.

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