El Forjista

Biografía de Néstor Kirchner

Kirchner y el arte de lo imposible

Capítulo 25 - La relación con los sindicatos

Carlos Tomada fue el Ministro de Trabajo de Néstor Kirchner y de las presidencias de Cristina Fernández, el único ministro que estuvo en los tres períodos completos, contó que Kirchner le dijo en mayo de 2003: “Cada día tenés que hacer algo, una medida. Grande, chica. Importante o no. Todos los días, todos tenemos que hacerlo. Si cumplimos, estaremos mejorando de a poquito, siempre, la vida de nuestro pueblo”.(1)

Al poco tiempo de asumir dispuso que la Central de Trabajadores de la Argentina CTA se incorporara a la delegación argentina a la Organización Internacional del Trabajo, mientras que al primer sindicalista que recibió fue a Víctor De Gennaro provocando cierto grado de inquietud entre los dirigentes de la Confederación General del Trabajo CGT.

No pasó mucho tiempo, ya en julio de 2003 dispuso un incremento de salarios y jubilaciones luego de un largo período de congelamiento que ya llevaba una década, el salario mínimo pasó de 200 a 250 pesos y el pago de una suma fija de 200 pesos para todos los trabajadores. En noviembre del mismo año dispuso otro incremento del salario mínimo y las jubilaciones.

En febrero de 2004 derogó la Reforma Laboral aprobada por el gobierno de De la Rúa en el medio de sospechas por el pago de sobornos a senadores de la oposición para votar una ley que cercenaba derechos laborales, ese trámite lleno de dudas provocó la renuncia del vicepresidente Carlos Chacho Álvarez.

El 14 de julio de 2004 la CGT designa a su conducción que queda conformada por un triunvirato integrado por Hugo Moyano, Juan José Lingieri y Susana Rueda, a la semana son recibidos por Kirchner.

Al mes siguiente se convocaría por primera vez al Consejo del Salario Mínimo, en el cual gremialistas y empresarios se reunirían para determinar un nuevo salario mínimo, no obstante, por un tiempo el gobierno siguió disponiendo de incrementos en el mínimo.

En septiembre de 2004 volvió a subir el salario mínimo llevándolo a 450 pesos, y dispuso que a partir de ese momento los salarios debían establecerse por acuerdo entre gremialistas y empresarios, sin embargo, en enero del año siguiente llevó el salario mínimo a 700 pesos.

Estos aumentos continuos dejan en evidencia la visión del presidente de que sólo el incremento del consumo interno permitiría impulsar de manera sostenida la producción, de esa manera terminaba con largos años de ajustes permanentes realizados por gobiernos que explicaban a través de sus técnicos que limitando el consumo mediante ajustes que empeoraban el nivel de vida de la población se podría salir de la crisis, este presidente hizo exactamente lo contrario y los resultados beneficiosos no tardaron en evidenciarse.

Hubo un sector minúsculo del gremialismo encabezado por Luis Barrionuevo que nunca se llevó bien con el kirchnerismo, este sindicalista se había declarado “recontralcahuete” de Menem época en que ocupó el cargo de presidente de Instituto Nacional de Obras Sociales, también sus relaciones con el radical Coty Nosiglia le permitieron mantener injerencia en el PAMI durante el gobierno de De La Rúa.

En marzo de 2003 cuando se efectuaron elecciones en la provincia de Catamarca donde Barrionuevo se postulaba a gobernador, Cristina Fernández viajó a la provincia para apoyar al Frente Cívico, el día de la elección la gente del sindicalista produjo desórdenes y quemó urnas impidiendo el normal desarrollo de la jornada electoral, a raíz de esas acciones en el Senado se pidió el desafuero de Barrionuevo, moción que contó con el apoyo de Cristina, pero que no pudo aprobarse porque el bloque justicialista votó en contra.

Barrionuevo nunca fue gastronómico, pero tuvo varias profesiones fue cadete, peón de albañil, verdulero y conserje de un hotel alojamiento, ocupó un cargo en el gremio Textil y pasó a la seccional San Martín del gremio gastronómico al que llegó por la fuerza de los golpes de puño.

Otro sindicalista que se mantuvo contrario al kirchnerismo fue el Momo Venegas que había heredado el sello de las 62 Organizaciones que en algún momento lideró Lorenzo Miguel pero que ya carecía de peso e influencia.

En 1995 Menem transformó por decreto el Instituto de Servicios Sociales de la Actividad Rural en la obra social del Personal Rural y Estibadores de la República Argentina OSPRERA que atiende a un millón y medio de personas y que lo habilitaba para manejar cuantiosos recursos a través del sindicato que manejaba Venegas.

El gremio de Trabajadores Rurales agrupa a trabajadores donde se encuentra la mayor cantidad de trabajo en negro sin que el sindicato realice acciones para modificar esa situación, cuando se desató el conflicto con las patronales del campo, Venegas apoyó a las cámaras empresarias hasta el punto que algunos lo consideraban el quinto integrante de la Mesa de Enlace, constituyó el partido FE que formó parte de Cambiemos que llevó a Macri a la presidencia.

Cuando falleció el Momo Venegas el 26 de junio de 2017 hubo una disputa por su herencia, una fortuna incalculable, con su hija denunciando que testaferros querían quedarse con lo que le correspondía.

En cambio, la relación con Hugo Moyano fue buena durante los cuatro años de su gobierno, el dirigente pasó por varios cargos en el sindicato de Camioneros entre 1972 y 1981 hasta llegar a la Secretaría General de la delegación marplatense de la CGT.

Al retornar la democracia en 1983 Moyano ocupó la secretaría General del PJ en Mar del Plata, un año después fue nombrado secretario adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones de Buenos Aires, en 1987 triunfa en las elecciones y accede a la Secretaría General, obteniendo sucesivas reelecciones hasta el día de hoy.

Ese apoyo al kirchnerismo se lo hizo pagar el diario Clarín cuando el 27 de noviembre de 2007 es asesinado en Rosario Abel Beroiz de 71 años que era el tesorero de la Federación Nacional de Camioneros.

Clarín publicó un dibujo de Hermenegildo Sabat, que mostraba a Moyano con las manos ensangrentadas, cuando precisamente Beiroz era un hombre de su confianza, los ejecutores materiales e intelectuales fueron condenados a cadena perpetua sin que Moyano se viera implicado, por lo que fue otra falsa acusación del diario de Magnetto y su dibujante militante que también realizó varios dibujos agraviantes contra Cristina Fernández.

Durante el mandato de Kirchner se reorganizó la Juventud Sindical bajo la conducción de Facundo Moyano, hijo del sindicalista camionero y dirigente del nuevo sindicato de los Trabajadores de Peajes, la mayor parte de los 5 millones de puestos de trabajos creados desde el 2003 correspondieron a trabajadores jóvenes, por eso Facundo Moyano reconoció el alto nivel adquisitivo que lograron esos nuevos trabajadores: “Yo soy clase media, nuestros trabajadores son de clase media. Los camioneros son de clase media. El nivel de ingreso los convirtió en clase media”. (2)

Kirchner privilegió la relación con Víctor De Gennaro que era en el 2003 el dirigente argentino más cercano a Lula, pero el sindicalista de la Asociación de Trabajadores del Estado ATE no quiso comprometerse con el gobierno y prefirió mantener su alianza con sectores como el Partido Socialista y el ARI de Carrió que todavía se asumía como de centro izquierda, De Gennaro le reclamaba a Kirchner que rompiera con Duhalde y la CGT.

Cuando el 17 de octubre de 2003 Lula visitó el país y fue invitado a conocer el glaciar Perito Moreno, Kirchner le pidió a Lula que convenciera a De Gennaro para que se integrara a la alianza de gobierno, incluso fue invitado a El Calafate junto con Lula, pero el sindicalista decidió no concurrir e ignorar el pedido de Lula.

Luego del rechazo de De Gennaro, Kirchner optó por privilegiar la relación con Moyano, que integraba la CGT pero que había conformado el Movimiento de Trabajadores Argentinos MTA enfrentando las políticas neoliberales de Menem y De la Rúa.

En tanto, De Gennaro padeció la escisión de varios de socios como Edgardo Depetri y Luis D’Elía que vieron en Kirchner a alguien dispuesto a defender los intereses de los trabajadores que eran las banderas que ellos siempre habían levantado, estas discrepancias concluyeron fracturando la CTA con Roberto Baradel y Hugo Yasky apoyando al proyecto nacional y popular representado por el kirchnerismo y con De Gennaro y Pablo Micheli en la oposición.

Como vimos todos los índices económicos del gobierno comenzaron a ser favorables en especial aquellos que incidían en el nivel de vida de los trabajadores, bajó la desocupación sustancialmente, porque desde el 2002 al 2012 se crearon cuatro millones de puestos de trabajo, en tanto que la participación de los trabajadores en el PBI pasó de 31,4 % en 2001 al 37,6% en 2011, y según un estudio de la Universidad de Belgrano en el 2012 el salario medido en dólares era el más alto de América Latina.

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(1) Kirchner el tipo que supo. Mario Wainfeld. Siglo Veintiuno editores. 2016. Pag. 322
(2) Kamikazes. Los mejores peores años de la Argentina Reynaldo Sietecase. Aguilar. 2012. Pag. 146

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