El Forjista

Historia de F.O.R.J.A.

 

  El 6 de septiembre de 1930 un golpe de estado liderado por el general José Felix Uriburu derrocaba el gobierno popular de Hipólito Yrigoyen, en Mendoza un joven de 28 años salió a enfrentar con un arma en la mano a los grupos golpistas, fue detenido pero, poco después, fue liberado. Se trataba de Arturo Jauretche.

 Uriburu y sus jóvenes nacionalistas habían sido utilizados para realizar el trabajo sucio, acabar con el yrigoyenismo, y comenzó con la represión del movimiento obrero y universitario. Paradójicamente tanto la Universidad, como gran parte de la dirigencia sindical, había visto con buenos ojos la caída del caudillo radical.

 También comenzó a ponerse límites a la prensa, aún a aquella que había saludado con euforia el golpe. La tortura policial de disidentes políticos y sociales comenzó a ser moneda corriente, la Argentina dió a conocer un pavoroso nuevo invento, la picana eléctrica.

 La dictadura de Uriburu resolvió convocar para febrero de 1931 a elecciones en cuatro provincias, las cuales fueron ganadas por el radicalismo que tenía a su líder encarcelado en la isla Martín García. Visto los resultados, el gobierno anuló las elecciones.

 El 20 de julio de 1931 estalló en Corrientes un movimiento revolucionario liderado por el teniente coronel Gregorio Pomar, el intento terminó con el encarcelamiento de cientos de militares, Alvear que había retornado abril desde París, fue obligado a dejar el país. 

 Se decide convocar a elecciones que fueron realizadas a medida para que el General Agustín P. Justo fuera electo, conservadores, radicales antipersonalistas y socialistas independientes, apoyaron su candidatura, que era la que apoyaba la oligarquía. El radicalismo estaba proscripto, así que para darle ciertos visos de legalidad el régimen necesitaba de otra candidatura, para eso se prestaron los socialistas y demócratas progresistas. 

 Justo fue el vencedor luego de un escandaloso fraude que daba inicio a una práctica que no se detendría hasta 1946, la historia conocerá a este período como la "década infame", no sólo por la ausencia de democracia sino por la entrega del patrimonio al imperio inglés. 

 Justo continuó con la represión a la clase obrera y a los opositores políticos, la crisis económica golpeó duramente a los trabajadores, la desocupación se incrementó a niveles alarmantes, en el puerto aparecieron las primeras casas de latas que armaban los que nada tenían.

 Cuando Hipólito Yrigoyen pasó de la Isla Martín García a estar confinado en su casa, comenzó a recibir la visita de un grupo de jóvenes, entre ellos los del Movimiento de Continuidad Jurídica que fue el antecedente de FORJA, el mismo estaba formado por Arturo Jauretche , Juan B. Fleitas, Manuel Ortiz Pereyra, Félix Ramírez García y Homero Manzi. 

 En abril de 1932  regresa del exilio Alvear y asume la conducción del radicalismo, los jóvenes yrigoyenistas desconfiaban de él.

 No obstante en diciembre de 1932 el gobierno que descubrió un intento de rebelión, decide el nuevo encierro de Yrigoyen y Alvear en Martín García.

 La crisis económica afectaba a todo el mundo, los países, incluidas las grandes potencias, abandonaron toda forma de librecambio y encararon un fuerte proteccionismo. Inglaterra anunció que sólo iba a realizar sus compras dentro de la comunidad británica, esto provocó terror en la oligarquía terrateniente argentina que temía no poder vender sus carnes a Inglaterra.

  El gobierno de Justo envió una delegación a Inglaterra, conformada por el vice-presidente, Julio Argentino Roca, hijo del general que fuera presidente de la república, Raúl Prebisch, que años después fuera asesor de la Revolución Libertadora, y Guillermo Leguizamón, que ocupaba el cargo de presidente de una compañía inglesa de ferrocarriles.

 Dicha delegación conformó en las palabras y los hechos, uno de los actos más vergonzosos en la historia nacional, por su sumisión al Imperio inglés. El vice-presidente de la república dijo cosas como : "...Argentina, por su interdependencia recíproca, es, desde el punto de vista económico, una parte integrante del Imperio Británico". Ante tamaña declaración los funcionarios ingleses sugirieron la conveniencia para Argentina, de sumarse al Imperio Británico.

 El pacto Roca-Runciman fue firmado en Londres, y a cambio de continuar con las compras de carnes argentinas, Inglaterra pasaba a dominar los resortes básicos de la economía de nuestro país.

 Los frigoríficos extranjeros pasaban a controlar la casi totalidad del comercio de carnes, se toma un nuevo empréstito que sólo trae un endeudamiento mayor, sin ningún tipo de beneficio para las arcas nacionales, se incrementaron las tarifas de los ferrocarriles que se encontraban en manos inglesas, se rebajaron los aranceles de importación para los productos británicos. Se creó la Corporación del Transporte argentino por la cuál se entregaba el monopolio del transporte a las empresas tranviarias y ferroviarias de dicha nacionalidad. Se creó el Banco Central que le dio el control de las finanzas y la moneda, a los ingleses.

 La oligarquía terrateniente humillaba al país con el exclusivo beneficio de continuar manteniendo sus negocios y su nivel de vida, muy por encima de la inmensa mayoría de la población. Tal bochornoso fue el resultado del acuerdo que el gobierno resolvió mantener en secreto la mayoría de las medidas.

 En junio y julio de 1933 el acuerdo fue aprobado por el Congreso, mereciendo escasas resistencias de los legisladores, sólo Lisandro de la Torre se opuso firmemente, pero fue una nueva víctima del régimen que él y su partido habían contribuido a sostener.

 En abril de 1933 regresaba nuevamente al país Marcelo T. de Alvear, poco después, el 3 de julio, fallecía don Hipólito Yrigoyen. Contrariamente a los deseos del gobierno de Justo, una multitud se volcó a las calles a despedir al viejo caudillo. 

 En diciembre de 1933 una rebelión al mando del teniente coronel Roberto Bosch se produce en la ciudad correntina de Paso de los Libres, la sublevación tiene eco en algunas localidades de Santa Fe, pero es rápidamente sofocada. Arturo Jauretche formaba parte del levantamiento, y fue apresado, durante su confinamiento, intercambió opiniones y acercaron posiciones políticas con Luis Dellepiane, en Buenos Aires había sido apresado Raúl Scalabrini Ortiz.

 En los primeros días de 1935 el alvearismo, quién conducía los destinos del radicalismo, obtiene su objetivo: el levantamiento del abstencionismo electoral del partido, a partir de ese momento el radicalismo se disponía a enterrar uno de sus principios y se integraba al régimen oligárquico. La UCR no se volverá a recuperar de esa traición.

 El 23 de julio de 1935 era asesinado en el Congreso, el senador Enzo Bordabehere quién se interpuso a una bala que era dirigida a su correligionario Lisandro de la Torre, quién denunció la política entreguista del gobierno en lo relacionado a las carnes. Un mes antes nacía FORJA.

 FORJA era la sigla de Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, se basaba en la frase de Yrigoyen : "Todo taller de forja parece un mundo que se derrumba". Surgió como una línea interna del radicalismo con la idea de enfrentar a la conducción capituladora de Alvear.

 El 29 de junio de 1935 nacía FORJA en un sótano ubicado en la Av. Corrientes 1778. Entre los socios fundadores estaban Juan B. Fleitas, ex-ministro de Yrigoyen, Arturo Jauretche, Manuel Ortiz Pereyra, Homero Manzi, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Atilio García Mellid, Jorge del Río, entre otros. 

  Era condición para formar parte de FORJA estar afiliado a la UCR, por eso Scalabrini Ortiz no formaba parte de los fundadores.

  La Declaración de Principios aprobada en la fundación de la agrupación comenzaba con la consigna que mantendrá inalterable a lo largo de su actuación : "SOMOS UNA ARGENTINA COLONIAL : QUEREMOS SER UNA ARGENTINA LIBRE".

 No habían cumplido tres meses de su fundación cuando los hombres de FORJA lanzaron el "Manifiesto al Pueblo de la República" donde denunciaban minuciosamente las medidas adoptadas por el gobierno, a raíz del pacto Roca-Runciman.

 En ese documento se denunciaba que el Banco Central había sido fundado a los efectos, que los hombres de la finanzas ingleses controlaran el sistema monetario y financiero argentino. De igual forma se ponía en evidencia como se había conformado la Corporación del Transporte para que los ferrocarriles británicos no tuvieran competencia y pudieran seguir controlando todos los medios de transportes, liquidando aquellos que fueran una peligrosa competencia.

 FORJA cuestionaba duramente la ruptura de relaciones con la Unión Soviética que podía significar un importante comprador de los productos agropecuarios argentinos y por eso competidor de Inglaterra, la oligarquía prefería mantener el vínculo de sumisión con este país. 

 Además descalificaba la política de Justo en cuanto a las intervenciones militares a las provincias donde ganaban partidos opositores al gobierno, la restricciones a la libertad de opinión, la aplicación sistemática de la censura y el crimen en el Senado que terminó con la vida de Bordabehere. 

 La nueva agrupación no eludía el tema social y también denunciaba el empeoramiento de la situación de los asalariados y los desocupados, y la contraponía  al trato privilegiado que el gobierno de Justo brindaba a las empresas extranjeras.   

 Todos estos temas por más evidentes que parecieran no era mostrados por los diarios, a la mayoría de la población se le ocultaban, los partidos políticos, poco y nada hacían por darlos a conocer, sólo la voz solitaria de los hombres de FORJA pugnaba por llevar los grandes temas a la opinión pública. 

 Un dato de importancia que remarca Miguel Angel Scenna en su libro, es que con  FORJA "por primera vez se elaboró un cuerpo de ideas, un pensamiento y un plan de lucha, pura y esencialmente argentino". Y esto era original en un país donde el liberalismo, la izquierda y el nacionalismo tenían su mente instalada en otras naciones.

 Mientras FORJA luchaba, Argentina se degradaba, las enfermedades producto de la pobreza golpeaban a una gran parte de la población, la desocupación crecía día a día. La provincia de Buenos Aires, estaba gobernada por Manuel Fresco, un matón al servicio de la oligarquía, en Avellaneda imperaba Barceló y su guardaespalda Ruggiero que llevaron la corrupción y la violencia a niveles nunca vistos. Rosario era conocida como la Chicago argentina, por el accionar de grupos mafiosos.

 La difusión del pensamiento de FORJA se realizaba con muy escaso dinero, a través de cientos de actos callejeros, conferencias en su local e infinidad de publicaciones. Así fue como editaron los trabajos de Scalabrini Ortiz: Política británica en el Río de la Plata , El Petróleo Argentino, Historia del Ferrocarril central Córdoba e Historia del Primer Empréstito Argentino. Jorge del Río escribió : El Problema de Electricidad, entre tantas otras publicaciones que profundizaban sobre la dependencia argentina. Jauretche estimaba que en 10 años FORJA había dado unas 4000 conferencias, casi ninguna de ellas mereció un comentario en la gran prensa.

 En el interior FORJA llegó a los núcleos juveniles universitarios: Jose María Cané difundiría el forjismo en Lincoln, junto a los hermanos de Jauretche. En Rojas, Darío Alesandro llevó la palabra de FORJA. Gabriel del Mazo era profesor universitario en La Plata y obtuvo la adhesión de varios de sus alumnos. En Entre Ríos estaban los hermanos Maya, Oscar Correa en Catamarca, Juan Carlos Cornejo Linares en Salta, así podríamos seguir mencionando el resto de las provincias. No obstante la agrupación nunca llegó a tener más de 100 militantes y unos 300 afiiliados.  

 Argentina era por aquellos años, un colonia inglesa, pero nadie hablaba del tema, menos la prensa y muy pocos llegaban a percibir esa dependencia. Correspondió a FORJA y en particular a Raúl Scalabrini Ortiz descubrir y evidenciar esa relación desigual. Scalabrini abordó uno a uno los temas que mostraban dicha situación, puso a la vista de todos como los supuestos capitales extranjeros radicados en el país no eran otra cosa que producto del trabajo argentino.

 Pero uno de los aspectos más importantes donde descolló Scalabrini fue la de aclarar la función del endeudamiento externo, situación que aún castiga a nuestro país. Decía Scalabrini:"Endeudar un país en favor de otro, hasta las cercanías de su capacidad productiva, es encadenarlo a la rueda sin fin del interés  compuesto....Tarde o temprano el acreedor absorbe al deudor...Además, la servidumbre indirecta que el acreedor impone al deudor, es una forma de compulsión para dirigir la corrientes de compras y ventas de los países deudores. Es también un elemento sólido para intervenir en el manejo de la política interior de cada país" 

 Concluía el mandato del General Justo y debía elegirse un nuevo candidato, el candidato del oficialismo fue consagrado en un acto en la Cámara de Comercio Británica, todo un símbolo de los intereses a los cuales representaba, se trataba del doctor Roberto M. Ortiz. El radicalismo que había levantado la abstención proclamó a la fórmula Alvear-Mosca.

 Fraude mediante, el ganador no podía ser otro que Ortiz, el radicalismo con su presencia había convalidado la elección, mas allá de las quejas posteriores.

 Otra de las banderas que encontró en FORJA a sus más fervientes defensores fue la Unidad Latinoamericana, los militantes de FORJA tal vez hayan sido los primeros, juntos a Manuel Ugarte, en defender esta posición que contrariaba la política de balcanización realizada por Inglaterra desde el momento mismo de la independencia Americana de España. Con total claridad, el forjismo previó que sólo la fuerza de la Unión Latinoamericana permitiría hacer frente a los imperialismos ingles y norteamericano.

 Un aspecto irrenunciable de las creencias de esta agrupación era el sostenimiento a ultranza de la neutralidad argentina, en ese aspecto continuaba la línea marcada por Hipólito Yrigoyen, en su mandato durante la Primera Guerra Mundial. Se aproximaba la segunda y FORJA consideraba que era imprescindible que nuestro país continuara con esa tradición. Era una agrupación anti-imperialista por lo tanto, no podía tomar partido por ninguno de los bandos que luchaban para distribuirse el mundo. En Argentina existió una gran presión por parte de todos los partidos políticos, incluidos los de izquierda, para que el país se involucrara en el conflicto. 

Otro tema sobre el que FORJA insistió y desarrolló interesantes investigaciones, fue sobre el revisionismo histórico, fueron los nacionalistas los que dieron los primeros pasos, los forjistas adhirieron a esa visión de la historia, pero se diferenciaron de los nacionalistas al privilegiar los aspectos populares y democráticos y se negaron a endiosar a Rosas, y tendieron a hacer un análisis mucho más objetivo.

Hacia mediados de 1940 el presidente Ortiz sufría de una enfermedad que le imposibilitaba continuar cumpliendo con las tareas de gobierno, pidió una licencia y se hizo cargo de la presidencia el vice, Ramón Castillo.

Casi paralelamente a la asunción de Castillo se produjo una escisión en FORJA, primero renunció Luis Dellepiane y poco después Gabriel del Mazo, estos dirigentes se negaron a que FORJA dejara de pertenecer a la UCR, además no veían con buenos ojos la posición anti-británica sostenida por la agrupación durante la segunda guerra mundial.

Jauretche fue elegido como nuevo presidente de FORJA, la no obligación de ser radical para la incorporación a esta corriente, permitió la afiliación de Scalabrini Ortiz como de otros que no querían tener vinculación con el radicalismo, FORJA dejó de ser una tendencia interna de la UCR.

El 22 de marzo de 1942 moría el jefe del radicalismo, Marcelo T. de Alvear, su desaparición no significaba una corrección en la línea política del radicalismo.

Hacia finales de 1943 debía elegirse el nuevo presidente de la República, la oligarquía eligió a su candidato Robustiano Patrón Costas, la única forma de imponer a este presidente era a través de un nuevo fraude. El ejército no estaba dispuesto a sostener un nuevo presidente surgido por la bendición inglesa y la oligarquía argentina, que continuara con ese irrespirable ambiente de corrupción, fraude y pauperización de los sectores populares, el 4 de junio se levantaron contra el gobierno de Castillo.            

FORJA se movilizó en adhesión a la revolución que ponía fin a los años aprobiosos de la Década Infame. El documento que emitió FORJA saludando al nuevo gobierno señalaba: "El derrocamiento del "régimen" constituye la primera etapa de toda política de reconstrucción de la nacionalidad y de expresión auténtica de la soberanía".

El general Rawson fue el primer presidente de la revolución pero apenas duró cuatro días, el 7 de junio fue reemplazado por el general Ramirez, que era quien contaba con la adhesión de GOU, grupo de militares entre los cuales estaba Peron.

El gobierno militar empezó a deshacer la trama montada por la oligarquía, se intervino la compañía de electricidad CADE y comenzó una investigación que dió a luz, los negociados realizados durante la Década Infame.

También se intervino la Corporación del Transporte y posteriormente se produjo su nacionalización. Se creó el Banco de Crédito Industrial para fomentar la industria nacional.

Pero así como en lo económica la revolución de junio desplegaba una política fervientemente nacional, otros ámbitos habían sidos copados por sectores nacionalistas reaccionarios, tal el caso de la Universidad y la cultura. Tal fue así, que la organización universitaria forjista emitió un muy duro documento contra el Interventor de la Universidad del Litoral, Jordán Bruno Genta. Esto le valió la cárcel a Jauretche y otros forjistas.

Nos obstante estas discrepancias, FORJA veía con buenos ojos la actividad desarrollada por Perón, en agosto de 1943, Jauretche y Homero Manzi se reunen con Perón. Dirá luego Jauretche: ".. llegamos a la convicción de que Peron, por su orientación, por sus ideas y por su aptitud de captación del ambiente, era el hombre indicado para darle un contenido parecido al que nuestro pensamiento deseaba a la revolución". A partir de esta reunión, durante un tiempo, el contacto entre Jauretche y Peron se convirtió en algo cotidiano.

El 26 de enero de 1944 el gobierno de Ramirez rompió relaciones con Alemania y Japon bajo la presión norteamericana, un mes después Ramirez es reemplazado por el general Farrel, a quién apoyaba el coronel Peron.

Mientras tanto, el Departamento de Estado norteamericano mostraba un posición decididamente hostil hacia el gobierno argentino, pretendiendo el ingreso a la guerra de nuestro país. Viendo que se aproximaba el final de la guerra el gobierno cede y el 27 de marzo de 1945 decide declarar la guerra a Alemania y Japón.

El 19 de mayo de 1945 llegaba a Buenos Aires el nuevo embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden, en torno a él comenzaron a agruparse todos los sectores opositores al gobierno militar, en primer término los empresarios, que veían con alarma la política a favor de la clase trabajadora que desarrollaba Peron, los miembros de la Sociedad Rural estaban a la vanguardia de ese enfrentamiento, particularmente luego del Estatuto del Peón que reconocía por primera vez, derechos a los peones rurales.

También se encolumnaron tras Braden, el estudiantado universitario y los partidos políticos, conservadores, radicales, socialista, demócratas progresistas y comunistas.

El 13 de agosto de 1945 Japón se rindió, luego de dos bombas atómicas lanzadas sobre su territorio por los Estados Unidos, la oposición al gobierno argentino creyeron llegado el momento de lanzarse para derrocarlo. La consigna era la entrega del gobierno a la Corte Suprema.

Braden se reunía con los representantes de los partidos políticos y organizaba la Unión Democrática, agrupamiento político de los opositores para enfrentar a la revolución. El 19 de septiembre organizaron la Marcha de la Constitución y la Libertad, con una concurrencia multitudinaria. Cuatro días después dejaba el país el embajador norteamericano, consideraba que su misión estaba cumplida, el gobierno parecía vencido definitivamente.

También había militares influenciados por la oposición, tal el caso del general Avalos que el 8 de octubre se levantó exigiendo la renuncia de los ministros de gobierno y solicitanto el encarcelamiento de Peron , quien fue confinado en la isla Martín García.

Existía en ese momento un sólo sector que no habían hecho escuchar su voz, eran los trabajadores, que permanecían como espectadores de los acontecimientos, pero sin embargo, sabían que si ganaban los opositores deberían resignar las importantes conquistas obtenidas durante la gestión del coronel Perón, además los sectores opositores eran los mismos que habían gobernado durante la década infame.

El 16 de octubre se realizó una reunión en la Confederación General del Trabajo, para tratar una propuesta de huelga general para el 18 de octubre para repudiar la detención de Peron.El forjista Libertario Ferrari del gremio de los estatales, fue uno de los principales defensores de la posición favorable a la huelga general revolucionaria. Luego de varias horas de discusión la posición por la huelga triunfó por 16 votos a 11.

Pero los sectores pupulares que apoyaban a Peron no esperaron tampoco la decisión de la CGT, muy temprano el 17 de octubre empezaron a marchar hacia la Plaza de Mayo desde todos los puntos del Gran Buenos Aires. Dirá luego Sacalabrini Ortiz: " Era el subsuelo de la patria sublevada... Lo que yo había soñado e intuido durante muchos años estuvo allí presente, corpóreo, tenso, multifacetado, pero único en el espíritu conjunto".

Luego del 17 de octubre y ante el llamado a las elecciones que se celebrarían al año siguiente, FORJA anunció que sus objetivos se habían cumplido con la llegada del nuevo Movimiento Nacional y optó por su disolución, no todos los militantes de la agrupación coincidieron con la finalización de FORJA.

La mayoría de sus militantes ingresaron al peronismo, algunos al Partido Laborista y otros a la UCR Junta Renovadora, Jauretche por ejemplo, otros por el contrario, retornaron a la Unión Cívica Radical, entre ellos Homero Manzi, aunque después adhirió al peronismo pero sin militancia.

Donde se concentraron la mayor cantidad de ex-militantes de FORJA fue en el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, bajo la conducción del coronel Domingo Mercante. Arturo Jauretche fue presidente del Banco de la Provincia.

FORJA fue el nexo entre los dos grandes movimientos nacionales del siglo XX en la Argentina, el yrigoyenismo y el peronismo, muchos libros de historia, sencillamente ignoran su presencia, pero fue FORJA una de las vertientes que le dió sustento ideológico al peronismo. Fue FORJA quién desnudó la sumisión del país a Inglaterra, con estudios documentados e irrebatibles.

También en FORJA fue posible encontrar a hombres probos que se sumergieron en la política a un alto costo personal, y con el claro objetivo de defender los intereses nacionales y del pueblo argentino.

Sólo con una nueva FORJA, adaptada a las circunstancias del siglo XXI, Argentina y América Latina podrán obtener su definitiva Independencia, que traiga aparejado el bienestar del su pueblo.

Volver a la Página Principal