El Forjista

 

Hugo Chávez lo hizo otra vez

 

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El político de la izquierda francesa Jean Luc Mélechon y el escritor y periodista español Ignacio Ramonet has señalado con total acierto que Hugo Chávez es el gobernante más difamado del mundo.

Quién esto escribe ha podido constatar en periódicos venezolano como se lo insulta al presidente de ese país, y al igual que en Argentina, quienes proceden con esa total falta de respeto a la investidura presidencial, después afirman sin ponerse colorados que no existe libertad de prensa.

Hugo Chávez ha efectivizado al menos tres objetivos que lo han convertido en un irreconciliable enemigo de los intereses imperiales: ha consolidado la soberanía económica y política de su país, ha desarrollado una política social que ha sacado de la pobreza a millones de venezolanos y ha promovido de manera activa la unidad de los países latinoamericanos.

El imperialismo y sus secuaces, principalmente la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que agrupa a los mayores empresarios de medios y que ha sido promovida por la Central de Inteligencia Americana (CIA), han calumniado al presidente Chávez lanzando infinidad de campañas de demonización a quién reiteradamente se ha sometido a la voluntad popular y ha ganado con holgura las elecciones a las que se ha presentado. La SIP ha sido una institución que ha servido para crear los climas de desestabilización en los golpes de estados que asolaron a América Latina.               

Fueron los medios concentrados, la oligarquía venezolana y aquellos que responden al imperialismo norteamericano quienes en el 2002 promovieron un golpe de estado contra el gobierno democrático y popular de Hugo Chávez y lograron deponerlo por un día, sin embargo la movilización popular permitió que el gobierno constitucional fuera repuesto en sus legítimas funciones.

En Argentina la SIP responde a los intereses desestabilizadores de los diarios Clarín y La Nación que pusieron a todos sus secuaces a injuriar al presidente Chávez, incluyendo en esa tarea a los nuevos mucamos de Magnetto, papel que cumplió un señor de apellido Lanata que viajó al menos en dos oportunidades a realizar campañas en contra de Chávez, la cual concluyó en un nuevo papelón de Lanata que con una cara de desconsuelo debió dar un abrupto final a su programa al ver que los resultados volvían a favorecer al presidente bolivariano.

A pesar de las campañas imperialistas, Hugo Chávez se ha convertido en un símbolo de la nueva dignidad de América Latina, que no en vano levanta la figura ejemplar de Simón Bolívar y su lucha incansable por una América Latina Unida.

En septiembre de 2005 Chávez efectuó un discurso extraordinario en la Asamblea de la ONU, al día siguiente en que hablara el defensor de la tortura y ex presidente George Bush hijo, al tomar la palabra el mandatario venezolano efectuó la humorada al señalar que aún se sentía el olor a azufre dejado por el transitar del presidente norteamericano, pero además de la broma efectuó definiciones de suma importancia: “Hace poco el señor Presidente de Estados Unidos asistió a una reunión de la Organización de Estados Americanos, a proponerle a la América Latina y al Caribe incrementar las políticas de mercado, la apertura de mercado, es decir, el neoliberalismo, cuando esa es precisamente la causa fundamental de los grandes males y las grandes tragedias que viven nuestros pueblos: el capitalismo neoliberal, el Consenso de Washington lo que ha generado es mayor grado de miseria, de desigualdad y una tragedia infinita a los pueblos de este continente.”

Una vez más Hugo Chávez y el pueblo venezolano mostraron que son un ejemplo para todos aquellos pueblos que aspiran a vivir en democracia y sin tutelas imperiales, Venezuela sigue siendo un faro que ilumina a las naciones que luchan por su liberación y en ese difícil camino deben enfrentar cotidianamente a las corporaciones de la mentira y el fraude.

 

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