El Forjista

La perversidad de la derecha

 

Ese rejuntado de la derecha que es Juntos por el Cambio, en cuyo interior también hay sectores ultras y por lo tanto antidemocráticos, está intentando sacar rédito político de la pandemia que está asolando al mundo, por supuesto que no es el único país donde la derecha es oposición y está intentando dar el zarpazo para retornar al poder.

El PRO tiene una larga histórica en la utilización de las muertes por tragedias para llegar al poder, así lo hizo con Cromañón en la ciudad de Buenos Aires para que Macri llegara a la jefatura de gobierno, y lo hicieron para que saltara a la presidencia con la prestidigitación de convertir un suicidio en asesinato, y trasladando la responsabilidad de la tragedia ferroviaria de Once del maquinista y la empresa privada al gobierno nacional.

Ahora con la pandemia mientras algunos integrantes de la derecha con responsabilidad de gestión parecen preocupados por el asunto del Coronavirus y juegan el papel del policía bueno, el resto no tienen empacho en jugar el rol de policías dispuestos a torturar.

Ya hemos visto a ese sector de la derecha liderado por la represora mayor Patricia Bullrich lanzando a las huestes de trolls en dos campañas que debería avergonzar no sólo a las personas decentes sino a aquellas que aún se manejen con algún grado de lógica.

La campaña contra los médicos cubanos, bajo la excusa que podrían ser espías, no merecería ninguna respuesta por lo absurda y por mentalidades congeladas en 1962 cuando fue la Crisis de los Misiles, pero además va a contramano de cualquier lógica humana.

Imaginemos la escena de una persona sufriendo un accidente en la calle o un desmayo momentáneo, se acercan personas a ayudarla y el afectado le pide que le muestren el documento a quienes concurrieron en su ayuda porque no quiere que ningún extranjero ponga las manos en su humanidad, así piensa la derecha contra toda lógica y razonabilidad.

Pero además el PRO responde fielmente al dicho que “el ladrón piensa que todos son de su condición”, porque tiene una larga historia en espionaje ilegal, Macri asumió la presidencia procesado precisamente por espiar hasta a su cuñado, durante su presidencia la AFI de Arribas y Madjalani era un antro de espionaje para perseguir opositores.

Luego la derecha con la colaboración de la prensa canalla impuso la discusión sobre la liberación de presos, donde mintieron de manera canallesca con la clara intención de generar miedo y desconcierto en la sociedad, le hicieron creer a mucha gente que iba a tener un violador o asesino de vecino, cosa que no creo que le sea grato ni al más izquierdista de los argentinos.

Pero era todo una absoluta mentira porque la idea no era liberar sino darle prisión domiciliaria pero además sólo a aquellos acusados de delitos donde no hubiese existido violencia, pero con su campaña se evitó que se discutiera ese real peligro que son las cárceles convertidas en trasmisoras del virus porque obviamente no es posible mantener la distancia social recomendada por los especialistas, recordando que en esos ámbitos no sólo hay presos, sino también personal que entran y salen, y por lo tanto puede llevar el virus a cualquier parte.

Luego de cacerolazo para que no liberen a los presos, esos mercenarios conocidos como trolls conducidos por Patricia Bullrich, dijeron que en realidad estaba dirigido contra el presidente, en un nuevo intento de la derecha por desgastar su figura que hasta ahora parece muy sólida.

Lo que es preocupante es que nuevamente un gobierno popular parece a la defensiva ante el embate desestabilizador de la derecha, con la mayoría de los medios de comunicación actuando coordinadamente con ese sector político.

Siempre nos preguntamos porque el peronismo nunca se propuso luego de 1955, crear medios ya sean diarios, radios o ahora canales de noticias, un movimiento que cuenta con gobernadores, intendentes, diputados, senadores, gremios, centrales sindicales no tiene medios para difundir su pensamiento y sí lo pudo realizar el sindicato de Encargados de Edificios con Página 12 y la radio AM750, aunque con un alcance modesto que no puede competir con los grupos concentrados.

Tampoco me parece adecuado renunciar de antemano a una Ley de Medios o una Ley Antimonopolios que termine con la concentración que hoy ahoga la libertad de expresión, sabemos que no es de fácil implementación por la existencia de un Poder Judicial siempre dispuesto a servir a los poderosos, pero recordemos que la única batalla que se pierde es la que no se da.

No queremos ver a nuestro gobierno a la defensiva, más aún cuando creemos que está manejando de manera ejemplar la lucha contra la pandemia y no tiene nada de lo que arrepentirse, así que no debemos dejar de la derecha nuevamente imponga condiciones que nos hagan retroceder en mucho de lo obtenido, que puede medirse en lo más importante, que son las vidas de miles de argentinos que se salvaron.

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