El Forjista
El liberalismo distorsionó nuestra historia para adaptarla a su ideología, para eso inventó a próceres admiradores de Inglaterra que nos endeudaron por décadas como Rivadavia o que postulaban, como Sarmiento, abrir el país al capital extranjero, propugnaban no ahorrar la sangre de gauchos porque era lo único que tenían de humanos y que además afirmó que la Patagonia le pertenecía a Chile.
A la vez que defenestraba y desconocía la condición de patriotas a aquellos verdaderos próceres como Artigas que además de luchar por nuestra Independencia tenía la osadía imperdonable de promover la expropiación de los terratenientes y repartir las tierras entre gauchos, indígenas, negros y mulatos.
Pero el macrismo ha intentado ir más allá, su intención fue directamente borrar la historia nacional particularmente todo aquello que pudiera tener de reivindicación de la soberanía nacional.
Ese cínico comandante del ejército de trolls del gobierno llamado Marcos Pena Braun llegó a señalar que una de las mejores medidas del gobierno macrista fue el haber erradicado a los próceres de los billetes.
No sólo eran próceres porque también estaban las Islas Malvinas precisamente con un gobierno que ha dejado de lado la reivindicación de la soberanía nacional sobre esa parte de territorio y se muestra vergonzosamente sumiso a los deseos del Imperio Británico.
Cambiemos no soporta el ejemplo ni la comparación de San Martín, Belgrano y Rosas, quienes lucharon por nuestra independencia con este gobierno de entrega y vil subordinación a las potencias imperiales.
Mucho menos soporta ver la imagen de Eva Perón, la abanderada de los humildes que cotidianamente recuerda que hubo otra política centrada en la Justicia Social y no como ahora un donde impera un proyecto que arroja diariamente a miles de argentinos a vivir en el desamparo de las calles, con un hambre que acosa los hogares de todo el país.
Tan insoportable les resulta Eva Perón que el pérfido de Lopérfido pidió retirar su imagen del Ministerio de Obras Públicas, porque quién entregó su vida para defender a los desamparados pone en evidencia la insensibilidad y el sadismo de unos funcionarios que no tienen ningún remordimiento en condenar a millones de argentinos a la miseria.
El vergonzante acto de los 200 años de la Independencia Nacional realizado en 2016 en Tucumán, no tuvo ni remotamente en entusiasmo, el brillo, ni la participación popular que alcanzaron los imponentes actos por los 200 años del primer gobierno patrio en 2010 los cuales estuvieron impulsados por la firme decisión de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En Tucumán, Macri volvió a llenar de vergüenza a los argentinos cuando dijo que "los patriotas debían haber sentido una gran angustia por tener que separarse de España", lo único que no angustia a los dirigentes de Cambiemos es la sumisión a los poderes de mundo, cualquier acto soberano los intranquiliza y los pone al borde de la histeria.
Esta intencionalidad de negar la historia está corroborada con una buena cantidad de funcionarios de este gobierno que son negacionista del genocidio que llevó a cabo la última dictadura cívico-militar, nuevamente está Lopérfido, el ex cara pintada Juan José Gómez Centurión y hasta el Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, incurrieron en esa actitud, también aquí el PRO y sus socios necesitan ocultar su participación y complicidad en ese nefasto proceso que vivió el país, época en que el Grupo Macri incrementó de manera exponencial su poderío económico.
La batalla cultural contra el neoliberalismo reclama de manera urgente la necesidad de revisar nuestra historia y reivindicar a aquellas figuras que con su patriotismo y empatía con los más necesitados construyeron una Patria Justa Libre y Soberana, a la que el macrismo se ha propuesto destruir, está en nuestras manos y nuestras mentes impedirlo.